Lo que me gustó
Es un libro de Saramago y, como tal, tiene las usuales características que entretienen a los lectores de Saramago: Sardónicos comentarios políticos, personajes sin cara ni cuerpo pero profundísimas motivaciones, situaciones absurdas que se convierten en momentos reales y plausibles, etc. etc.
Mi conversación favorita fue la siguiente que reproduciré a continuación:
También, por supuesto, todos los episodios que se refieren a las acciones de las masas y de los políticos. Si algo sabe hacer Saramago es predecir el comportamiento de los dirigentes y de las grandes masas y por ello sus historias siempre suenan actuales y posibles, sin importar que el argumento dependa de un evento no sólo inverosímil sino además físicamente imposible.
Lo que no me gustó
Después de haber leído Ensayo sobre la ceguera, Ensayo sobre la lucidez, Las intermitencias de la muerte, Todos los nombres, El evangelio según Jesucristo, La caverna, Casi un objeto y Caín, leer La balsa de piedra es bastante decepcionante. No es que el libro sea malo, sino que no está al mismo nivel de las demás obras del autor.
¿Cuáles son sus problemas? En general, la historia de Pedro Orce, Joaquim Sassa, José Anaiço, Joana Carda, María Guavaira y el perro Constante es pésima (que me perdone Cervantes por decir esto de una historia de Saramago). Empieza bien, porque los fenómenos sobrenaturales conectados con los cinco personajes y los eventos que los unen al principio son entretenidos, pero en el desgaste de la historia resultan siendo también muestra de que el autor no supo qué hacer con ellos: José tiene estorninos que lo persiguen, pero dejan de hacerlo repentinamente; Joana tiene una vara de negrillo durante unos capítulos y luego a Saramago se le olvida que la tenía, de milagro la recuerda en el último capítulo; hay hilos de lana azules interminables que convenientemente se quedan guardados en un cuarto al que nadie regresa etc.
Ahora, las relaciones sentimentales entre los personajes son forzadas y sus interacciones son además irrelevantes: (Spoilers ahead) Las dos mujeres se acuestan con Pedro en un acto de supuesta misericordia que no solo no está motivado por ningún giro lógico del argumento (al leerlo se siente como: Y ahora quiero que Pedro se acueste con Joana y María porque sí) sino que al principio pareciera que el hecho va a tener consecuencias, ya que las dos mujeres resultan embarazadas (y no se sabe si es de Pedro o de los otros hombres del grupo), pero luego pareciera ser que no tiene mayor relevancia, puesto que todas las mujeres de la isla/península están embarazadas al mismo tiempo porque sí. Y no es que Saramago no viva de “porque sís”, el ensayo sobre la ceguera se sostiene en un “porque sí”, el lío es que, para esta novela, el exceso de los mismos (en general todo lo relacionado con los movimientos ultraoceánicos de la península y todos los fenómenos sobrenaturales de los personajes) parece más pereza que cualquier otra cosa.
Para cuando uno llega a la página 200, uno ya está aburrido de leer sobre los personajes y solamente quiere pasarles por encima a ver si se encuentra con el siguiente comentario político o relato sobre lo “macro” de la novela, que es lo verdaderamente interesante.
En conclusión
Si el libro fuera solo un ensayo sobre lo que pasaría con las grandes masas y los políticos en el mundo si la península ibérica se separara físicamente de Europa, el libro estaría perfecto. Así como está, sin embargo, le sobran al libro al menos 200 páginas de personajes con excelentes premisas, pero historias irrelevantes. Recomiendo de Saramago los otros que mencioné antes, pero este no.