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Creo que por allá en algún punto del año pasado hablé de la primera de Dune y de cómo me pareció sobrevalorada y mediocre, pero que no era culpa del director (tal vez sí un poco del editor) sino del escritor del libro. Esto, porque en el afán de hacer a Paul Atreides una especie de semidios perfecto, que siempre sabe qué decir y cómo decirlo en el momento preciso, Herbert se olvidó por completo de construir personajes femeninos que no fueran más allá de ser la amante, la concubina, la esposa o la bruja del señor perfección Muad’Dib. Aún recuerdo que el final del libro me quitó todas las ganas de leer cualquier otro de la saga: “Mientras que a nosotras, Chani, nosotras que arrastramos el nombre de concubinas… la historia nos llamará esposas.”………
De la segunda película, no obstante, albergué esperanzas de que mejorara el libro, porque Chani, la esposa/concubina, es representada por Zendaya y no hay manera de que su manager la dejara actuar en una película donde su único papel fuera decirle a Chalamet que es perfecto. Ahora que, esperanzas a bordo, no estaba dispuesto a pagarle boleta a esa película, pero sí verla una vez activara la mensualidad de Max (para ver House of the Dragon, por supuesto). Entonces, que ayer finalmente la vi y lo que como purista defensor de libros me llegaría a parecer trágico (si considerara que el libro es bueno), en términos cinematográficos me parece un logro de guionista y director.
Los personajes están mucho mejor desarrollados, hay espacio para el humor (basado en el absurdo fanatismo de algunos) y Paul Atreides no es tan insufriblemente omnisciente. La película agrega secuencias completas de acción que, si bien no son descritas en el libro, sí hacen parte esencial de la historia y le cambian por completo el ritmo al argumento, haciendo que valga la pena escuchar los diálogos sobre magias y profecías incomprensibles (magias y profecías que de hecho solamente son comprensibles si uno lee los anexos, pensándolo bien). Definitivamente, disfruté viendo esta película y supongo que hubiera sido chévere verla en cine, por lo que creo que a la tercera sí le pagaré la boleta.